El verano es el mejor momento del año para verlas, pero sólo en regiones elevadas o climas árticos con bancos de nieve como Canadá, Rusia, Groenlandia e incluso en las montañas de Colorado, Estados U n i d o s.
Lo sorprendente es que las c. nivalis no son rosas si las observan bajo el microscopio; son verdes y lo que las hace rosas es la especie de bloqueador de sol que utilizan para proteger su clorofila.
Sin este bloqueador, que es carotenoide (el mismo que protege nuestros ojos de los rayos UV), las nivalis no sobrevivirían por mucho tiempo. Así que cuando ocurre derretimiento, erosión o evaporación, y existe la concentración de las algas en la superficie, la nieve enrojece.
“Por razones obvias, la nieve rosa a veces es llamada 'nieve sandía'”, apunta la científica Jennifer Frazer. Aunque explican que no es conveniente comerla por la simple razón de que actúa como laxante.
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