Es la nueva terminal avant garde y ecoamigable del Aeropuerto Internacional Bao’an, en Shenzhen, en el sureste de China.
Estel edificio futurista, a 40 kilómetros de Hong Kong, reemplaza a tres terminales de aeropuerto, que cerraron operaciones este miércoles después de tres pruebas en la nueva instalación.
La nueva terminal de Shenzhen, diseñada por la empresa italiana de arquitectura, FUKSAS, se parece a una mobula, comúnmente conocida como una raya voladora.
¿La conexión?: la palabra china que significa “bendito” suena como “mobula”.
La nueva terminal, cuya construcción costó 1.400 millones de dólares, según reportes, es tres veces más grande que las actuales terminales combinadas y ofrece espacio para 76 aviones.
La terminal tiene 200 mostradores para registrarse y aproximadamente 200 tiendas.
La nueva terminal mide 451.000 metros cuadrados. Aunque está lejos de ser la más grande en China (la nueva Terminal 3 de Beijing mide aproximadamente el doble), podría ser una de las más verdes.
Es el primer aeropuerto de China que tiene una planta de energía solar de 10 megavatios, equivalente a la energía que consumen 10.000 hogares en un mes.
Las ventanas del techo, en forma de panal, permiten la máxima penetración de luz solar, lo que reduce el consumo de energía.
El agua de lluvia es recolectada y se recicla en los inodoros y para regar las plantas que hay adentro.
También tiene 116 columnas en forma de árbol que cumplen tres tareas: aire acondicionado, sistema de megafonía y equipo contra incendios.
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