Aunque cada persona es un mundo, un popular diario ha recogido varios puntos que todo hombre debería saber sobre cómo las mujeres vivimos el sexo. Estas 6 verdades explican buena parte de nuestro comportamiento en la cama.
Desde el Huffingnton Post han publicado una lista de verdades sobre la sexualidad femenina y lo que pasa por nuestra mente. Según el diario americano, todos los hombres deberían conocer estos aspectos antes de acostarse con una mujer para comprender mejor nuestras sensaciones, y de paso obtener algunas explicaciones sobre nuestra forma de actuar.
6 Verdades y confesiones sobre la sexualidad femenina
1. Nuestros complejos no nos dejan disfrutar plenamente del sexo: La imagen que una mujer tiene de sí misma, sumada a las presiones sociales sobre la estética, hacen que surjan complejos que afectan directamente a la vida sexual. Si una chica cree que no está suficientemente delgada, por ejemplo, no podrá sacarse eso de la cabeza ni siquiera durante el sexo, por lo que intentará taparse y no estará realmente cómoda. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de defecto físico, siempre planea sobre nuestras cabezas el miedo a no ser lo suficientemente atractivas.
2. Nos cuesta expresar lo que nos gusta: Las mujeres solemos ser un poco más vergonzosas que los hombres a la hora del sexo, y eso también se traduce en la comunicación. No acostumbramos a hablar durante el coito y nos cuesta decir a nuestra pareja lo que nos gusta. Para conseguir una buena comunicación y hablar tranquilamente de los juegos eróticos o prácticas que más placer nos dan necesitamos mucha confianza y tiempo, mucho tiempo.
3. Tardamos entre 10 y 20 minutos en alcanzar un orgasmo: A la hora de llegar al clímax entran en juego tantos aspectos que es muy fácil que algo se tuerza. Las mujeres necesitamos una excitación mental muy considerable para llegar al orgasmo, además de estimulación más o menos directa y continuada sobre el clítoris. Si todo eso se da correctamente, aun así tardamos como mínimo 10 minutos en alcanzar el clímax.
4. Priorizamos el placer masculino: Tradicionalmente, el sexo siempre ha estado enfocado hacia el placer masculino. Aunque hoy en día dos los papeles se han ido equilibrando, muchas mujeres priorizamos el placer de nuestra pareja antes que el nuestro, hasta el punto de no pretender siquiera llegar al orgasmo. Como se comenta en el punto anterior, necesitamos mucho tiempo de estimulación y aun así no siempre se consigue, por lo que sabemos que es un esfuerzo considerable. Esa es una de las razones de los orgasmos fingidos, ya que nos sabe mal ver cómo nuestra pareja se esfuerza y no hace todo bien… y aun así no hay manera.
5. Cuando decimos que duele, es porque de verdad duele: Dependiendo de la postura, el tamaño del pene y la vagina, y la lubricación, la penetración puede ser realmente molesta. A parte del roce de las paredes vaginales, que se irritan fácilmente, a veces el pene choca contra la entrada del útero, lo que resulta doloroso para nosotras. Por eso, lo mejor es empezar la penetración poco a poco para lubricar bien y no embestir de golpe. A parte, hay mujeres que sufren de vaginismo, lo que convierte la penetración en todo un suplicio y que requiere visita médica.
6. También disfrutamos aunque no tengamos un orgasmo: Las mujeres no siempre llegamos al orgasmo, lo tenemos asumido, pero eso no quiere decir que no disfrutemos del sexo. Cuando nuestra pareja se preocupa porque no hemos alcanzado el clímax y se obceca con ello nos llegamos a sentir mal, lo que a veces propicia los orgasmos fingidos. Lo mejor es que haya buena comunicación y que los dos disfruten pero, por favor, no llegar al orgasmo no quiere decir una relación fallida
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